Profesora Doraida Mata, hoy en día difusora de esta danza en el estado Monagas |
La
Guacharaca:
A
partir de la decada de los años 40, en el municipio Caripe se dió a
conocer una danza que tiene su inspiración en el apareamiento de las
guacharacas, dicha manifestación es conocida con el nombre "La
Danza de la Guacharaca".
La
guacharaca (Oxtalis
ruficanda)
es un animal con características especiales, tiene las proporciones
de una gallina doméstica, es más, los campesinos la cruzan con
gallos cuando logran domesticarla. De un plumaje precioso, con un
juego de colores marron y grises en su plumaje. Arisca y
excesivamente nerviosa en su habitat, pero mucho más dócil que los
loros cuando se adapta al cautiverio. Es un ave de sonidos
altisonantes imposibles de detener en especial en los amaneceres,
donde los campos se llenan del ruido de estas aves.
La
autoria
de esta danza se le atribuye al señor Felipe Garcia; un margariteño
que emigró a Caripe y allí se quedó. Este caballero era musico y
teatrero nato, era conocida su participación en las fechas
decembrinas con sus aguinaldos y en epocas de carnaval bajaba al
pueblo con alguna comparsa producto de su genialidad.
Como
personaje especial en la interpretación de esta danza se conoce a la
señora Lourdes Silva, gran bailadora de la localidad de Caripe,
quien por muchos años se encargo de presentar esta danza y así
darle vida a las figuras que se ejecutan en esta manifestación y
pasar a otras generaciones el conocimiento de este baile para su
difusión y permanencia en el tiempo.
La
musica
de esta danza es una variante de Joropo Oriental, típico de esta
zona del Estado Monagas. Esta se ejecuta con mandolina, cuatro,
maracas, guitarra, caja o tambor. Esta danza es netamente
instrumental, no lleva letra que la identifique, el gran musico y
compositor Apolinar Cantor se encargó de hacerle arreglos para su
mejoría y mejor interpretación sin que la danza perdiera su
originalidad coreográfica que la distingue.
Esta
danza representa el apareamiento de esta ave, todo un coqueteo
evasivo y juguetón con su pareja en un vaivén de figuras que
reflejan la gracia, romance y genialidad de nuestra rica cultura
monaguense.